¿Cómo aprendemos a enfrentar la crisis climática desde nuestros propios territorios? ¿Qué herramientas pueden ayudarnos a construir soluciones reales y compartidas? Estas preguntas dieron origen a una guía creada colectivamente por educadores y activistas de distintos países de América Latina y el Caribe. La Guía de Metodologías de Educación Popular para la Justicia Climática reúne dinámicas sencillas, participativas y adaptables que permiten conversar, reflexionar y actuar frente a los problemas ambientales desde una mirada comunitaria y transformadora.
Desde octubre de 2024 un equipo de educadoras y educadores populares trabajó en el diseño de esta herramienta pedagógica, combinando investigación, experiencias en terreno y saberes comunitarios. El proceso se desarrolló dentro del proyecto “Detener la Captura Corporativa Climática en América Latina y el Caribe”, una iniciativa que busca fortalecer la autonomía de los pueblos frente al avance de las falsas soluciones y los discursos del “capitalismo verde”.
El equipo partió de una convicción clara: la educación climática debe ser popular, situada y transformadora. No basta con comprender el cambio climático como fenómeno científico; es necesario vincularlo con las realidades sociales, culturales y políticas de los territorios.
“La guía está pensada para que cada comunidad la adapte a su propia realidad”, señala el documento de trabajo. “No busca imponer una fórmula, sino abrir un camino colectivo de aprendizaje.”
La Guía de Metodologías de Educación Popular para la Justicia Climática reúne dinámicas sencillas, participativas y adaptables que permiten conversar, reflexionar y actuar frente a los problemas ambientales desde una mirada comunitaria y transformadora. Junto a materiales como el Glosario para la Justicia Climática y la Guía para entender y resistir a las falsas soluciones a la crisis, busca complementar una caja de herramientas de recopilación comunitaria y feminista.
Fichas para vincular, explorar y accionar
El resultado es un material práctico con 24 fichas de actividades, clasificadas según su propósito: vincularnos, conectarnos, explorar, reflexionar, accionar y evaluar.
Cada ficha contiene una metodología que puede adaptarse a distintos tiempos, edades o contextos, desde talleres escolares hasta encuentros comunitarios o procesos formativos de movimientos sociales.
La propuesta metodológica es flexible y colorida: se habla de “sesiones multicolores”, donde cada grupo puede combinar las fichas según su propio ritmo. Esta lógica rompe con la enseñanza vertical y promueve el intercambio horizontal de saberes.
“Es una guía viva. Esperamos que sea implementada, modificada y transformada por cada equipo de facilitación de acuerdo a sus propias realidades y contextos” – explican desde la Comisión de Educación Popular.
Educación popular para la justicia climática
La guía se inspira en la tradición latinoamericana de la educación popular, con raíces en experiencias de Paulo Freire, las escuelas campesinas y los feminismos comunitarios.
En el IV Encuentro Latinoamericano y del Caribe por la Justicia Climática, esta propuesta fue presentada como un avance fundamental. Las y los participantes destacaron que el material ayuda a hacer más comprensibles temas complejos —como la captura de carbono, la transición energética o los mercados de compensación— sin perder el enfoque político de la justicia ambiental.
“La información puede parecer abstracta y lejana, por eso es tan importante este material. Nos permite aterrizar los conceptos y convertirlos en herramientas para la acción colectiva”, explicó Paulina Veloso, ilustradora y defensora ambiental del Colectivo VientoSur, a cargo del arte que acompaña la Guía.
Más que una guía: una forma de hacer camino
La Guía de Metodologías de Educación Popular para la Justicia Climática no pretende ser un documento cerrado, sino un proceso en movimiento. Su valor está en que fue construida colectivamente, con la convicción de que el conocimiento solo cobra sentido cuando se comparte.
Al igual que las semillas, sus metodologías están hechas para ser sembradas y adaptadas: pueden crecer en una sala comunitaria, en una escuela rural o en una radio popular.
